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La importancia de la cadena de suministro resiliente para la industria de energía

  • Por Mariana De Pablo, Directora Ejecutiva de Accenture Chile

Mariana De Pablo, Directora Ejecutiva de Accenture Chile

En 2020, las cadenas de suministro mundiales se vieron fuertemente afectadas por la pandemia y el sector de la energía no fue la excepción. De acuerdo con un estudio de Accenture, 82% de las empresas energéticas experimentaron interrupciones de la cadena de suministro de moderadas a graves ese año. Si a esto le sumamos la guerra entre Rusia y Ucrania, las cosas se complican aún más.

A medida que los mercados de petróleo y gas rusos buscan fuentes alternativas, la industria energética está sometida a la enorme presión de llenar el vacío. Para lograrlo, debe revisar las zonas industriales abandonadas, desarrollar zonas verdes y acelerar el despliegue de fuentes y soluciones energéticas alternativas. Las acciones en cada área requerirán nuevas inversiones. Nuevos proyectos de capital. Y una cadena de suministro más resiliente, capaz de suministrar energía fiable, sostenible y asequible ahora y en el futuro.

El sector energético es vulnerable a varias amenazas en la cadena de suministro, como las condiciones meteorológicas, los ciberataques, conflictos comerciales, la alta demanda de talento y los repentinos aumentos de la oferta y demanda. La industria también se puede ver afectada ante amenazas sanitarias, como lo fue el Covid-19, que detuvo la producción de una serie de suministros de la industria. Además, debemos considerar las incertidumbres geopolíticas y económicas, factores que también influyen en la industria.

Estas interrupciones, pueden llegar a tener un impacto significativo en las redes de la cadena de suministro energética y, por lo tanto, en la rentabilidad y factibilidad de los proyectos del sector. Esto se debe a que el gasto en la cadena de suministro representa una parte importante de los gastos de capital (CAPEX) y de los gastos operativos (OPEX) de las empresas energéticas. De hecho, los suministros de bienes y servicios pueden suponer aproximadamente el 80% del gasto de CAPEX para las empresas de exploración y producción. Y lo que es más revelador, las interrupciones de la cadena de suministro en el sector del petróleo y el gas podrían poner en riesgo más del 20% de los planes de crecimiento de CAPEX del sector este año.

La resiliencia de la cadena de suministro ayudaría a reducir estos riesgos, contribuyendo a mejorar la eficacia de las inversiones de capital, así como la rapidez con la que los proyectos de capital pueden empezar a generar beneficios. Además, la resiliencia ayudaría a las empresas de petróleo y gas a abordar eficazmente la nueva demanda de energía a corto y medio plazo, y a mantener el suministro de energía necesario durante la transición energética.

Para que las empresas de petróleo y gas puedan reducir la vulnerabilidad de su cadena de suministro, es aconsejable adoptar 3 medidas clave. En primer lugar, deben reunir los recursos, las ideas y los conocimientos técnicos. Las empresas deben crear una respuesta colaborativa a los problemas de la cadena de suministro, compartiendo conocimientos y recursos. Para que el sector logre mejorar la utilización de los activos, las redes logísticas o los equipos de servicio, es necesario que cuente con una planificación integrada, una puesta en común de la demanda e infraestructuras compartidas entre operadores y empresas de OFES.

Además, la puesta en común de la demanda de equipos y otros suministros para ayudar a mejorar la disponibilidad de la energía y la eficiencia del sistema energético es fundamental. Como también lo es la creación de infraestructuras compartidas que permitan al sector ayudar a impulsar el rendimiento y la capacidad de respuesta de sus activos y recursos.

Las empresas deben desarrollar nuevos tipos de relaciones y estructuras contractuales que no sólo permitan a los operadores conocer la escasez de suministros en tiempo real, sino que también ayuden a colaborar más estrechamente con las empresas de OFES para aumentar la resiliencia de la cadena de suministro.

La colaboración a lo largo de la cadena de valor aporta grandes ventajas, como una mejor utilización de recursos o la flexibilidad del suministro. Además, supone grandes beneficios medioambientales, ya que los recursos compartidos pueden ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta un 25%.

La segunda acción clave es, reforzar las capacidades de aprovisionamiento y gestión de riesgos. Hoy en día, la mayoría de las empresas de energía gestionan sus operaciones de compra de forma aislada. Sin embargo, el establecimiento de equipos conjuntos de aprovisionamiento y «mesas de compra» para la obtención y gestión de productos no sólo permitiría al sector competir más eficazmente por los escasos recursos, sino que también ayudaría a animar a los proveedores a ser más innovadores en su forma de servir a las empresas de la industria.

Una forma de aumentar la capacidad gestión de riesgos es que las organizaciones pongan a prueba la resiliencia de sus cadenas de suministro en varios escenarios de interrupción. Es recomendable que se realicen pruebas de estrés de sus redes de cadena de suministro al menos una vez al año. Al evaluar y cuantificar la resiliencia de la cadena de suministro, se pueden descubrir los riesgos o posibles puntos de fallo en diferentes escenarios de interrupción. Así, tenemos la posibilidad de identificar una serie de acciones de mitigación específicas para cada posible interrupción.

Por último, es necesario avanzar hacia la visualización inteligente. Los operadores suelen tardar más en responder a las interrupciones, ya que cuentan con poca visibilidad de las redes de su cadena de suministro. Las torres de control de la cadena de suministro o los centros de mando de incidentes pueden ayudar a aliviar estos problemas. La creación de torres de control interfuncionales en toda la cuenca puede ayudar a mejorar la visibilidad de la cadena de suministro y permitir a los operadores detectar y responder a las interrupciones de la cadena de suministro más rápidamente. Además, la visibilidad que ofrecen las torres de control ayuda a las empresas a mejorar la ejecución de las actividades diarias de perforación, terminación y producción.

Hoy en día ha aumentado la necesidad de resiliencia de la cadena de suministro en la industria energética. Y hemos aprendido cómo las soluciones aisladas y a corto plazo no resistirán la siguiente crisis de la cadena de suministro. Es necesario desplegar nuevas tecnologías y modelos operativos que permitan ver mejor las perturbaciones a medida que vayan surgiendo. Y, lo que es más importante, se pueden tomar medidas colectivas para reforzar las redes de la cadena de suministro y así ayudar a mitigar las consecuencias negativas de las interrupciones en el futuro. El momento de actuar es ahora.

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