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“Del ahorro a la eficiencia inteligente: el nuevo significado de usar bien la energía”
- Por Cristian Candela, CEO de Siemens Chile. //

Cada 21 de octubre, el Día Mundial del Ahorro de Energía nos invita a reflexionar profundamente sobre cómo estamos utilizando este recurso vital. Más allá de la simple reducción del consumo, esta fecha nos desafía a gestionar la energía de manera inteligente, eficiente y sostenible, aprovechando la tecnología para maximizar su valor. En el contexto de la transición energética, el ahorro es una oportunidad estratégica para impulsar un uso responsable que contribuye a la sostenibilidad del planeta y fortalece la competitividad de las organizaciones.
Chile está atravesando un momento decisivo en su desarrollo energético. En 2024, según el Coordinador Eléctrico Nacional, el país produjo 85.518 GWh, lo que muestra un crecimiento sostenido de la demanda. Además, el 69% de la capacidad instalada provino de fuentes renovables, un avance que posiciona a Chile como un referente regional. Pero, el verdadero progreso no está en cuánta energía generamos, sino en cuánta podemos usar bien, con eficiencia y visión de largo plazo.
Ese mismo año, Chile se ubicó como el quinto país del mundo con mayor capacidad de almacenamiento energético, y el primero en América Latina, según Benchmark Minerals. Este logro no es casual, sino que responde a una combinación de condiciones naturales favorables, liderazgo público-privado y una apuesta clara por la innovación tecnológica. Tecnologías como los sistemas BESS ya no son promesas a futuro, sino herramientas reales para lograr un sistema eléctrico más estable, flexible y seguro.
La eficiencia energética va mucho más allá de generar energía limpia o almacenarla. El verdadero salto ocurre cuando somos capaces de medir, entender y gestionar el consumo con precisión, transformando los datos en decisiones que mejoran el desempeño. Hoy la tecnología permite monitorear en tiempo real, detectar ineficiencias y automatizar el uso de la energía en plantas, edificios e industrias completas.
En Siemens nos hemos comprometido con acelerar la transición energética desde nuestra expertise, permitiendo la integración de energías renovables, la modernización de redes y la promoción de tecnologías como el hidrógeno verde, con una visión que combina sostenibilidad, competitividad y seguridad energética.
Para lograrlo, hemos desarrollado herramientas que integran datos operativos y energéticos, entregan visibilidad, anticipan problemas y optimizan el uso de cada kilowatt. Cuando estas soluciones se combinan con analítica avanzada e inteligencia artificial, los resultados son claros: reducciones de hasta un 25% en el consumo energético, mayor continuidad operacional y un camino más sólido hacia la sostenibilidad. Nuestro rol no es solo proveer tecnología, sino acompañar a las empresas en la gestión de la energía como un activo estratégico y una verdadera ventaja competitiva.
Desde una mirada empresarial, el ahorro energético no debe verse como una simple meta técnica, sino como una ventaja competitiva concreta. En un contexto donde la industria representa el 50% del consumo energético global, no mejorar la eficiencia significa perder oportunidades. El costo de la ineficiencia se refleja no solo en el gasto energético, sino también en márgenes más bajos, más emisiones y menos competitividad.
Hoy estamos entrando en una nueva etapa energética. Ya no se trata de producir más, sino de usar mejor. Y ese «mejor» requiere trabajo conjunto entre empresas, autoridades, proveedores tecnológicos y usuarios. Solo así podremos construir un sistema energético más fuerte, sostenible y preparado para los desafíos que vienen.
Porque la energía más limpia no es solo la que viene de fuentes renovables: es la que se gestiona con inteligencia, responsabilidad y un propósito claro.