- Transworld y Grandway, desarrollaron webinar destacando la importancia de aplicar buenas prácticas en la instalación y operación de redes: desde el uso del equipo de medición OTDR hasta la limpieza de los conectores.
La demanda por conectividad de alta velocidad ha posicionado a la fibra óptica como el medio predilecto para construir redes de nueva generación en zonas residenciales y productivas. Si bien, la calidad de los cables y conectividades es muy relevante para una correcto desempeño de la red, también es fundamental la precisión de la instalación, una verificación meticulosa y una óptima certificación técnica.
Estos fueron algunos de los temas del webinar organizado por Transworld, empresa chilena que provee soluciones para proyectos de telecomunicaciones, TIC, seguridad de máquinas y energía, donde se abordaron aspectos clave sobre la certificación reflectométrica, el uso adecuado del equipo de medición OTDR y las buenas prácticas en el manejo e inspección de conectores y equipos. A cargo del technical supporter de la compañía Grandway, Claudio Vásquez, la conferencia expuso cómo un detalle descuidado puede traducirse en pérdidas no detectadas, degradación progresiva del servicio y aumentos en los costos de mantenimiento.
CERTIFICACIÓN REFLECTOMÉTRICA
Uno de los focos de la jornada fue la certificación reflectométrica, un proceso que verifica que la instalación cumpla estándares internacionales, lo que exige que las compañías confirmen el total despliegue de la red y la operatividad de todos sus componentes. Este proceso es clave para garantizar la calidad eficiencia y fiabilidad de una instalación, señaló Cristofer Velásquez, product manager de conectividad y fibra óptica de Transworld.
La herramienta central para este proceso es el OTDR (Reflectómetro Óptico en el Dominio del Tiempo), un dispositivo que permite explorar dentro de la fibra sin necesidad de desmontarla, mediante la emisión de pulsos de luz que rebotan en las imperfecciones del medio (conectores defectuosos o mal alineados o daños en la propia fibra), de forma similar a un sonar. Esta información se convierte en un trazado que detalla la ubicación exacta y naturaleza de cada evento óptico. Existen dos niveles de certificación: el primero mide la pérdida óptica total; el segundo, mediante OTDR, identifica eventos específicos a lo largo del tendido.
UNA SOLA PARTÍCULA DE POLVO…LA HIGIENE ÓPTICA
Una de las variables más ignoradas y, al mismo tiempo, responsables de la mayoría de las fallas de red es la higiene óptica. Claudio Vásquez remarcó que, antes de la instalación, es esencial el uso obligatorio de microscopios de inspección óptica, así como también la implementación de protocolos de limpieza con materiales aprobados. Más del 80% de las pérdidas de señal se debe a conectores contaminados, «una sola partícula de polvo puede obstruir la trayectoria del haz de luz o generar reflectancias inesperadas”.
“La higiene en la manipulación de fibras ópticas es la diferencia entre una red confiable y una llena de interrupciones. El costo de una limpieza preventiva es mínimo comparado con el impacto de una red caída por un conector contaminado”, advirtió el especialista, quien finalizó con un llamado a adoptar una cultura de buenas prácticas, incluyendo inspecciones, limpiezas sistemáticas y, uso correcto de herramientas de medición, documentación completa y mantenimiento regular de instrumentos.
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