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Tableros eléctricos elevan la eficiencia energética en instalaciones de alta demanda
- Los avances en automatización y monitoreo permanente mejoran la gestión energética y la seguridad de sistemas eléctricos complejos, cada vez más demandados en minería y sistemas críticos, permitiendo ahorrar hasta un 30% del consumo energético en grandes instalaciones.
La presión por mejorar la eficiencia energética y avanzar hacia operaciones más sostenibles está impulsando a diversas industrias a modernizar la infraestructura que soporta sus sistemas eléctricos. En este escenario, los tableros eléctricos -tradicionalmente conocidos como gabinetes eléctricos- están adquiriendo un rol estratégico y buscan convertirse en plataformas inteligentes capaces de monitorear, gestionar y optimizar la energía en tiempo real.
Estos equipos, esenciales para la seguridad y continuidad eléctrica en cualquier instalación, integran medidores, disyuntores, sensores y sistemas de protección que permiten distribuir la energía de forma segura. En sectores críticos como la minería, los centros de datos y la salud, la demanda por tableros más robustos, confiables y digitalizados ha crecido de manera sostenida. En faenas mineras, por ejemplo, se requieren gabinetes capaces de operar en condiciones extremas con altos niveles de disponibilidad, en data centers, la prioridad está en el monitoreo térmico, la protección contra arcos internos y la estabilidad de carga; mientras que, en hospitales, la continuidad de servicio y la gestión remota de alarmas son aspectos esenciales para resguardar áreas de atención crítica.
En este contexto, Nicolás Tripodi, gerente de Desarrollos de Negocios en Schneider Electric, indica que contar con datos en tiempo real permite gestionar la energía de manera mucho más eficiente, programar de forma inteligente los ciclos de operación y lograr disminuciones de consumo que pueden llegar al 30% en instalaciones de gran tamaño. A esto se suma que, al disminuir las fallas y evitar reparaciones innecesarias, se prolonga la vida útil de los equipos y se reduce tanto el uso de materiales como la huella de carbono asociada a las labores de mantenimiento.
NUEVAS DEMANDAS DEL MERCADO

Estas piezas adquieren gran relevancia en el contexto actual de creciente electrificación, automatización y transición energética. Mediante la digitalización y el monitoreo continuo, los tableros pueden identificar consumos excesivos, desequilibrios de fases o cargas eficientes, de modo que contribuyen a la eficiencia energética.
Con el objetivo de responder a estas nuevas demandas, Schneider Electric —referente global en soluciones de eficiencia energética y automatización— ha orientado su portafolio de tableros de baja tensión hacia la integración de tecnologías digitales y del Internet de las Cosas. Bajo la arquitectura EcoStruxure Power, estos equipos dejan de ser simples estructuras de distribución para convertirse en verdaderos centros de información capaces de medir, comunicar y optimizar el flujo energético en tiempo real.
La conectividad incorporada en estos sistemas permite que los usuarios accedan desde computadores o dispositivos móviles a indicadores detallados, como consumo por circuito, estado de interruptores, alertas térmicas y eventos críticos. Esta visibilidad habilita estrategias de mantenimiento predictivo que reducen detenciones imprevistas, disminuyen costos operacionales y aumentan la confiabilidad de la instalación.
Los tableros eléctricos también se pueden sumar al mantenimiento predictivo. En este sentido, Tripodi sugiere mantener rutinas básicas que incluyan inspecciones visuales trimestrales, mediciones térmicas anuales y verificación de ajustes mecánicos. Sin embargo, en entornos de alta criticidad, recomienda avanzar hacia modelos predictivos basados en plataformas como EcoStruxure Power Monitoring Expert, que generan alertas automáticas, analizan curvas de carga y permiten planificar intervenciones apoyadas en datos reales.
En términos de ingeniería, los tableros desarrollados por Schneider Electric incorporan compartimientos que evitan la propagación de fallas, equipos de protección con desconexión rápida y comunicación integrada, además de sensores térmicos inalámbricos y sistemas permanentes de monitoreo de calidad de energía. Todo esto contribuye a anticipar eventuales problemas y a aumentar la seguridad operativa.
De cara al futuro, la tendencia apunta hacia una digitalización completa, con tableros capaces de autodiagnosticarse, operar de forma remota y aplicar algoritmos de aprendizaje automático para mejorar continuamente su desempeño. Asimismo, se prevé que estos sistemas se vuelvan aún más sostenibles y compatibles con energías renovables y soluciones de electromovilidad, consolidándose como plataformas fundamentales para una gestión energética moderna e inteligente.



