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Inversión récord de US$5.000 M en infraestructura acelera logística de grandes obras: ¿Están listos los camiones pesados?
- Con un alza del 38 % en la ejecución del MOP en el primer semestre, el mercado de transporte de carga en Chile prevé escalar a US$21.4 mil millones en 2025.
El Ministerio de Obras Públicas (MOP) ha alcanzado una ejecución histórica de $1,6 billones de pesos (aproximadamente US$2.000 millones) solo en el primer semestre, superando en un 38% el promedio de la última década en inversión pública. Esta tendencia se refleja en más de 3.800 proyectos en curso, entre los que destacan obras viales, puentes y sistemas hídricos.
Este impulso fiscal coincide con un vertiginoso crecimiento del sector logística y transporte, por lo que se proyecta que el mercado chileno de transporte de carga llegará a US$21.42 mil millones en 2025, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 5.45 % entre 2025 y 2030. Dentro de esta industria, la construcción es el segmento más dinámico, con una tasa de crecimiento estimada del 6 %.
Este escenario plantea desafíos logísticos críticos. Entre estos, la planificación precisa de rutas, confiabilidad en zonas remotas, y tiempos de entrega rigurosos. En este marco, la disponibilidad de flotas robustas y de alta performance es esencial.
“Las grandes obras de infraestructura no solo requieren maquinaria especializada en terreno, también dependen de un transporte confiable y adaptado a condiciones exigentes”, señala Enzo Beltrán, subgerente de Camiones Chevrolet para Coseche. Según el ejecutivo, hoy los vehículos de carga deben equilibrar potencia, eficiencia y seguridad para responder a las demandas logísticas de una industria en plena reactivación.
En ese contexto, los camiones de mediana y alta capacidad juegan un rol fundamental en el desarrollo de proyectos de infraestructura, ya que permiten movilizar materiales y maquinaria en condiciones exigentes, tanto en entornos urbanos como en zonas rurales o de difícil acceso. Su capacidad de adaptación a distintos tipos de terreno y su resistencia operativa son claves para cumplir con los plazos y evitar interrupciones en la cadena logística.
Además, la cartera del MOP contempla licitaciones por US$6.600 millones en 2025–26, sumándose a los US$29.000 millones en concesiones ya en operación. Proyectos como la Ruta Pie de Monte valorizada en US$420 millones —junto a múltiples autopistas y puentes— exigirán mayor movilidad de carga con rutas de acceso estrictamente coordinadas.
Paralelamente, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) impulsa un plan maestro nacional de logística alineado con el MOP 2025–2055, buscando optimizar corredores bioceánicos y reducir la congestión en puertos clave como Iquique y Antofagasta.
LOGÍSTICA BAJO PRESIÓN: CLAVES PARA UNA OPERACIÓN EFICIENTE EN GRANDES OBRAS
La reactivación de proyectos de infraestructura a nivel nacional plantea nuevos retos para el transporte de carga. En este escenario, los camiones de mediana y alta capacidad deben responder con eficiencia, seguridad y rendimiento sostenido frente a jornadas exigentes y condiciones variables de terreno.
Uno de los principales desafíos es la potencia y capacidad de carga, especialmente en obras ubicadas en zonas remotas o de difícil acceso. La robustez del motor, el diseño del chasis y la estabilidad operativa se vuelven factores determinantes para garantizar el cumplimiento de los plazos. En áreas urbanas, en tanto, se valoran vehículos con buena maniobrabilidad y capacidad de adaptación a espacios reducidos.
“Lo que vemos hoy es una creciente necesidad de flotas capaces de operar en condiciones extremas, sin comprometer los tiempos ni la seguridad. La infraestructura está avanzando con fuerza, y eso exige estándares logísticos más altos”, comenta Beltrán.
En cuanto a eficiencia de combustible, la incorporación de motores de alto rendimiento, transmisiones automatizadas y tecnologías de control de emisiones —como los sistemas SCR y DPM— permiten reducir los costos operacionales y cumplir con estándares medioambientales cada vez más exigentes.
La seguridad también ocupa un lugar prioritario en el transporte para grandes obras: cabinas reforzadas, sistemas de frenado avanzados y mecanismos de protección activa y pasiva son elementos clave para cuidar tanto al conductor como a la carga.
Por último, un aspecto que no puede quedar fuera de la ecuación es la continuidad operativa. La planificación adecuada de mantenciones, la disponibilidad de repuestos y el acompañamiento técnico especializado son fundamentales para evitar detenciones no programadas y asegurar que la operación logística fluya sin interrupciones a lo largo de todo el proyecto.