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Una victoria conservadora podría impulsar una recuperación sostenida del Peso chileno (CLP)

  • Por Diego Barnuevo, Market Analyst de Ebury.//

Diego Barnuevo, Market Analyst de Ebury.

Desde nuestro último informe, el peso chileno ha cotizado algo por debajo de lo que justifican los fundamentos económicos chilenos, dada la incertidumbre existente en torno a las elecciones presidenciales. Sin embargo, una victoria conservadora podría impulsar una recuperación sostenida de la moneda.

Tras la conclusión de una investigación sobre las importaciones de cobre por las autoridades competentes estadounidenses—que inicialmente impulsó su precio y el del peso chileno—, el Presidente Trump anunció el 8 de julio planes para imponer aranceles del 50% al metal rojo. Sin embargo, el peor escenario para el peso se evitó después de que una delegación chilena consiguiera una exención de última hora para el cobre refinado, que representa la mayor parte de las exportaciones de cobre del país. Estados Unidos probablemente cedió rápidamente a dichas exigencias, dada su falta de capacidad de refinación: aproximadamente la mitad de su consumo de cobre es importado. Sin embargo, sí se dejó la puerta abierta a futuros aranceles al cobre refinado, pero los mercados no lo ven como un riesgo a corto plazo.

Las elecciones presidenciales de Chile están en el centro de atención y han mantenido al peso en niveles relativamente deprimidos. Esto es habitual durante períodos preelectorales, e históricamente observamos que el peso experimenta un repunte una vez se celebran los comicios. Las elecciones de este año probablemente estarán menos reñidas, dado que las encuestas y los mercados de apuestas esperan que el candidato derechista promercado, José Antonio Kast, triunfe en la segunda vuelta contra la candidata comunista Jeannete Jara. Sin embargo, la composición parlamentaria resultante es más incierta, lo que mantiene al par USD/CLP en niveles relativamente altos, a pesar de un dólar generalmente más débil y el aumento de los precios del cobre.

En el ámbito económico, se espera que la economía chilena crezca a un ritmo sólido este año del 2,4%, lo que aún se sitúa por debajo del promedio anual del 3,5% desde el año 2000. La actividad no minera se ha mantenido resiliente durante la crisis arancelaria, con un crecimiento interanual superior al 5% de las ventas minoristas durante la mayor parte del año. El índice de actividad económica IMACEC también apunta a un sólido crecimiento. El sector minero, que representa entre el 10% y el 15% del PIB de Chile, se ha desacelerado ligeramente desde el accidente en la mina El Teniente, aunque las autoridades públicas aún prevén una producción elevada de cobre en 2025, dado el sólido primer semestre y la aceleración de la producción en otras minas. Como resultado de este buen impulso económico, el mercado laboral se ha recuperado, especialmente en el tercer trimestre, con una tasa de desempleo en descenso que ha ofrecido varias sorpresas a la baja.

El Banco Central de Chile (BCCh) recortó los tipos de interés al 4,75% en julio, acumulando 650 puntos básicos de recortes desde julio de 2023. Sin embargo, en septiembre, el BCCh adoptó una postura restrictiva al elevar sus proyecciones de inflación y de los tipos de interés. Se espera que la inflación general converja al objetivo del 3% el tercer trimestre de 2026 (un trimestre más tarde de lo que el BCCh previó en junio), y la trayectoria de tipos ahora es 25 puntos básicos más alta en 2026. Si bien aún prevemos una mayor flexibilización en el futuro, respaldada por un peso chileno más fuerte y recortes de tasas de la Fed, creemos que el BCCh adoptará una estrategia cautelosa. El último IPoM parece apuntar a un recorte en diciembre, y con los tipos de interés nominales acercándose al objetivo del 3,5-4,5%, dos recortes adicionales durante 2026-2027 parece un enfoque suficientemente cauteloso. Dicho esto, si persisten las presiones inflacionarias, en particular, el crecimiento salarial y el sólido consumo privado, esperamos que el BCCh finalice el ciclo de recortes más cerca del límite superior de ese rango.

Hemos adoptado una postura más optimista con respecto al peso. La ampliación del diferencial de tipos con EE.UU. debería respaldar mínimamente al peso. La economía chilena crece a un ritmo bastante sólido, especialmente en los sectores no mineros. Los precios del cobre también se han recuperado desde el «Día de la Liberación», gracias a las disrupciones en la oferta y a la sólida demanda. La tendencia a la electrificación y la transición hacia las energías renovables también deberían contribuir a mantener los precios del cobre elevados en los próximos años, a medida que aumentan las expectativas de escasez de suministro. Además, una victoria conservadora de Kast, el favorito del mercado, debería impulsar al CLP.

Otra escalada en la guerra comercial entre EE. UU. y China tendrán claro impacto negativo para el peso. Los titulares recientes no han sido nada favorables en ese sentido, aunque seguimos confiando en que se alcanzará un acuerdo que mantenga los aranceles en los niveles actuales, o ligeramente por encima de ellos, después de la fecha límite de noviembre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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